domingo, 16 de junio de 2019

TRIBUTO POSTUMO A RENE LEON GONZALEZ



 Un tributo póstumo a René León González, el fundador, Editor y factótum de los Blogs PENSAMIENTO y PENSAMIENTO POÉTICO

(Por Roberto Soto Santana, Co-Editor)

            Un cubano hasta la médula y cubanoamericano de pro, orgulloso de su patria chica Trinidad, Ex Preso Político del Régimen comunista de la Isla, publicista incansable, mecenas de la Literatura, la Etnología y las Bellas Artes de la Patria de José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez, el queridísimo compatriota René León, cultivadísimo amigo y admirado creador –en especial, en los campos de la Historia y la Poesía, respectivamente como investigador y bardo por méritos propios- ha cruzado en espíritu la laguna Estigia –desde su última morada en Tampa, estado de la Florida- y descansa en el Hades donde seguramente y tal como reza el mito helénico ya está en el secreto de las cosas ocultas –perseverando infatigable en su insaciable curiosidad por desentrañar los hechos humanos y concatenar el relato verdadero de su devenir-.

            Nacido en La Habana (Cuba) el 8 de junio de 1935, en el Exilio estado unidense se graduó con una Licenciatura Superior de la Universidad de Winthrop (Carolina del Norte). Deja entre sus deudos dos excelentes hijas, y una legión de amigos y admiradores que supieron apreciar sus sobresalientes dotes académicas y el cálidamente cercano trato personal que prodigaba.
            René era Numerario de la Academia de la Historia de Cuba (Exilio) Editor de Pensamiento, Miembro del Círculo de Cultura Panamericano, Miembro del Colegio Nacional de Periodistas de Cuba en el Exilio, de la Academia Poética de Miami, del Club Cultural “Atenea” de Miami y otras muchas instituciones de la misma vocación. Era colaborador frecuente de medios periodísticos tales como Enfoque Metropolitano, Informativo Latino, La Gaceta de Arroyomolinos (España), La Información, y el semanario Libre (Miami).
Dejó publicado un sinnúmero de libros y numerosos ensayos sobre historia, literatura y poesía, algunos de los mejores, en los sucesivos cuadernos de las “Ediciones Culturales René León” –cuya impresión en papel y distribución gratuita en varios Continentes sostuvo económicamente en solitario durante muchos años. Entre los numerosos reconocimientos recibidos destacan: Segundo Premio en ensayo literario, 1976, Revista Entre Nosotros: Sigma Delta Pi. CEPI, Nueva York, Tercer y Segundo Premio de Ensayo en 1996 y 1999 respectivamente; Premio “Enrique José Varona” de Tampa; Primer Premio de Estampa Costumbrista en 1993 y 1994; Amigo Dilecto de la Asociación Literaria Calíope (España) en 1996, y presencia frecuente en las Antologías patrocinadas por dicha Asociación durante unos quince años consecutivos, hasta el 2008; entre el largo etcéteras de aclamaciones, el SPACCE CLASIC, 1999, por su labor como ensayista de la historia de Cuba, e igualmente otros galardones.
Letum non omnia finit –La muerte no es aun el final (como reza a la entrada del cementerio central de Managua, Nicaragua). Además de sus valiosas obras en prosa y sentida producción poética, René nos deja el ejemplo de las virtudes de su personalidad: generosidad, desinterés, posposición personal con tal de resaltar los nuevos valores de la escritura y del pensamiento, inspiración que le manaba fluidamente de su magín formado en la honestidad académica, curiosidad por todas las formas y los contenidos del conocimiento, reconocedor del crisol racial que en Cuba se fue gestando ya durante la dominación colonial
y que impidió absolutamente que espigaran las formas más odiosas de la discriminación por el color de la piel (los cubanos somos un pueblo básicamente mestizo en materia de concentración de melanina y de sensibilidades emotivas –a la misma altura las hispánicas que las africanas-).
            Precisamente un 28 de mayo –el del año 1848- nació el prolífico narrador de las Guerras de Independencia de Cuba, el general de brigada Enrique Collazo, quien compartió amistad con José Martí y otros próceres.
            Un 28 de mayo ha fallecido el polígrafo René León. Deberíamos instaurar el homenaje permanente a esa figura de nuestras Letras y de nuestra vida cívica con la proclamación y la conmemoración de esa fecha como el Día de los Historiógrafos Cubanos, con vista al fomento del aprendizaje y de la ilustración de las generaciones venideras de cubanos del Interior y del Exterior de la Isla.




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