"MARCHO DISPUESTO A PELEAR EN UNA GUERRA CAMPESINA..."
Por Pedro Corzo.
El relator del Comité, Juan José López Ortega, dijo a la
delegación castrista que es imprescindible que la investigación de los crímenes
sea desarrollada por un sistema de justicia independiente al que impera en la
isla y resaltó, la improcedencia de la jurisdicción militar dentro del sistema
legal cubano, además manifestó sus dudas sobre la estructura del sistema de
Justicia en Cuba, y recalcó que el país se beneficiaría si aceptara las
recomendaciones de la ONU sobre ese tema.
El
trinitario Andrew de Graux Villafana, cuya hermana, Mary, lleva décadas
reclamando a la dictadura cubana información sobre su hermano, es uno de los
muchos desaparecidos del régimen castrista.
La
madre de Andy, fue la trinitaria María Villafaña su padre, el ciudadano
estadounidense por nacimiento Andrew de Graux, 1882, quien viajó a Cuba
durante la intervención de su país en la isla donde alcanzó el grado de capitán, posteriormente fue agente especial de la División
de Inteligencia Militar en la Embajada norteamericana en la Habana, según
documento en poder de su hermana Mary, firmado por el coronel James M.
Hobson
Andy nació el 15 de
febrero de 1943 en Trinidad, Cuba pero su padre lo registró junto a su hermana
gemela en el Consulado Norteamericano de Cienfuegos, ante el cónsul Hernán
C. Vegonitz o Vegenitz el día 9 de marzo de 1943.
Con apenas 18 años, se unió a las guerrillas
del Escambray, al día siguiente del desembarco de Playa Girón. El y sus compañeros estaban conscientes de que
podían morir o resultar heridos, pero nunca imaginaron que podían convertirse
en No Personas porque la dictadura los desaparecería.
Marchó dispuesto a
pelear en una guerra campesina que se extendió por toda la isla durante varios
años, pero no sospechó que la vesania del enemigo llegaría al extremo que
después de ser herido, le torturarían y menos que su cuerpo se esfumaría como
si nunca hubiera existido.
Andy,
"El americanito", como le conocían en Trinidad, fue herido en la
finca Limones Cantero el 13 de septiembre de 1962, durante un enfrentamiento
con las milicias del régimen. Recibió dos balazos. Uno de los proyectiles le
entró por el hombro hasta impactarle la quinta vértebra dejándolo
inmovilizado.
Capturado
fue conducido al hospital de Trinidad, su pueblo natal, a dos cuadras de la
casa de sus padres. Conocía al médico y le pidió que avisara a su madre,
pero otro galeno, más represor que curador, Cuco Lara, ordenó que el
herido fuera sacado de la sala y recluido en un cuarto aislado, en
consecuencia, cuando los padres llegaron al sanatorio, no lo pudieron ver.
No
recibió atención médica adecuada pero si fue torturado física y
psicológicamente. Posteriormente por mandato de la todopoderosa Seguridad
del Estado fue conducido al hospital de Cienfuegos.
Mientras,
la madre de Andy, fue urgentemente a la delegación suiza en La Habana que
representaba los intereses de Estados Unidos en la isla. Sus gestiones fueron
infructuosas.
Dice
Mary que supieron que su hermano había sido operado exitosamente por el doctor
Miguel Rodríguez Marcoleta, según les informó una persona ajena a Andy.
El
18 de septiembre el galeno Rodríguez Marcoleta fue a ver a Andy. No lo
encontró. Preguntó por el joven que recién había operado y le respondieron que
había muerto. Fue a la morgue a ver el cadáver, tampoco estaba, había
desaparecido. Días después la Seguridad del Estado le pidió al doctor que
firmara el certificado de defunción de Graux Villafana, a lo que el médico se
negó rotundamente.
Cuenta
Mary de Graux que entre las numerosas gestiones que realizó en Cuba y las que
sigue cumpliendo en el exterior, escribió a la CIA y en una llamada que le
hicieron, le informaron que ellos desconocían ese caso, en consecuencia,
los funcionarios suizos nunca le comunicaron a las autoridades estadounidense
la situación de su hermano Andy, un ejemplo más de la absoluta impunidad que
han disfrutado la dictadura castrista y sus sicarios.
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